En el curso de Barcelona del fin de semana pasado estuvimos como en familia. Únicamente 11 alumnos aprendiendo fotografía y, espero, divirtiéndose. Aparte de ser poca gente, se superó la distancia máxima recorrida por un alumno para venir a un curso. Una alumna vino desde Asturias a Barcelona. Para mí eso es una satisfacción. También ha habido gente de Andorra y otras ciudades más cercanas a Barcelona. En un ambiente distendido dimos el curso, resolviendo las dudas que iban saliendo sobre la marcha. La llegada de la primavera nos facilitó hacer las prácticas por la tarde sin perder luz, lo cual fue muy agradecido.
El domingo empezamos algo dormidos con el cambio de hora y la fórmula uno. Menos mal que Mario nos deleitó con una coca con piñones que estaba bastante mejor que lo que muestra la fotografía, lo que hizo que sobrelleváramos el cambio horario algo mejor. Gracias Mario.
Espero que los asistentes hayan disfrutado de este curso tanto como yo lo hice y que aprovechen lo allí aprendido. Espero ver vuestros progresos en el grupo de Flickr. Un saludo para todos.