El fin de semana pasado visité Granada para impartir un curso de fotografía básica. En esta ocasión la asistencia fue más reducida, únicamente 10 personas, la mitad de lo que viene siendo habitual. Eso, junto con las tapas del sábado y del domingo a la hora de la comida hicieron que prácticamente estuviéramos entre amigos durante todo el curso. Desde luego qué buenas tapas que sirven en esa ciudad. Casi todo el mundo era de Granada, exceptuando alguna visita de Almuñécar y de Almería, con lo que durante la comida me dejé recomendar, y ¡qué bueno el pescadito frito! Muchas gracias por la recomendación.
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Pero a lo que había venido la gente era a aprender fotografía, además de pasarlo bien, así que durante todo el sábado le dimos fuerte a la teoría básica, a los conceptos más técnicos. Al final de la tarde salía humo de las cabezas, así que el domingo había que salir a practicar lo aprendido y seguir asimilando conceptos. También el domingo vimos el amplio tema de composición y entre cerveza y cerveza, tapa y tapa, vimos algo de la carrera de fórmula 1. También aprovechamos para conocernos mejor, y es que siendo tan pocos y con el cachondeo que había era bastante fácil.
Para mí gran parte del domingo fue cuesta arriba, pues me quedé ronco a media mañana. Menos mal que pude seguir hasta el final y terminar, sin dejarme nada en el tintero. Hoy estoy recuperando el habla, aunque mi bebé de 10 meses me mira raro, como si fuera otra persona.
Decir que este curso ha sido un placer porque he estado muy agusto. Espero que además de eso los asistentes hayan salido con muchas ganas de hacer fotos, de compartirlas en el grupo de Flickr de ex-alumnos y de seguir practicando esta afición tan divertida que es la fotografía. No olvidéis ser conscientes de divertiros. Un saludo a tod@s.