El curso de iniciación a la fotografía del fin de semana pasado no ha sido uno más. En esta ocasión ha venido la persona más joven en la historia de mis cursos. Álvaro tiene nada más que 11 años, y es una esponja. Ha mantenido los ojos abiertos durante los dos días, entendiendo todo y atando cabos en su cabeza. Y para mí ha sido un auténtico placer impartir este curso porque se veía en su cara que estaba aprendiendo muchísimo y pensando en cómo usarlo a la hora de hacer sus fotos.
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El sábado lo dedicamos a aprender los conceptos básicos de la fotografía que modifican la luz captada por la cámara y a manejar la cámara, así como la profundidad de campo. Todo con un montón de fotos de ejemplo y diferentes situaciones. Tenemos la cámara en las manos y vamos buscando todas las opciones y estudiando los distintos modos de disparo.
El domingo se dedica a aprender a enfocar y también a manejar a componer la imagen. La composición es lo dota a la foto de mensaje visual. También salimos a practicar y a jugar con los diferentes modos de disparo de la cámara, que es como se van poco a poco afianzando los conceptos. Resolvemos dudas y continuamos después de la comida para rematar el curso.
El ambiente ha sido en todo momento fantástico y es de agradecer. Así da gusto venir a Valencia. Espero veros a todos los alumnos en el grupo de Flickr, para que podáis seguir aprendiendo.
Próxima parada: Madrid, 31 de mayo y 1 de junio, curso de iluminación con flash.