Yo ya lo he comprobado. Cada vez que me pongo del otro lado de la cámara me pongo más tieso que Pinocho. Hay gente a quien la cámara adora, gente que sabe sonreir y es capaz de ganarse la vida con eso. Y bravo por ell@s porque por más que me empeñe yo jamás seré capaz y ahora soy capaz de apreciar el valor que eso tiene desde «mi» lado de la cámara.
New York Fashion Week, 2010. (REUTERS/Carlo Allegri)
Es fantástico cuando haces fotos a alguien así, gente que tiene el don de la expresión corporal y la frescura necesaria para desinhibirse delante de la cámara. Y cuando hablamos de hacerle fotos a un(a) profesional la vida es fácil para el fotógrafo. Sin embargo la vida tampoco es fácil para los modelos. Podemos verlo en este enlace de Boston.com de la vida detrás de las pasarelas.
New York Fashion Week, 2010. (AP Photo/Amina Bobb)
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